Preparación del espacio:
Crea un ambiente tranquilo y relajante. Algunas personas prefieren encender una vela, usar incienso o música suave para concentrarse mejor.
Si estás realizando una lectura para otra persona, asegúrate de que se sienta cómoda y abierta.
2. Conocer las cartas:
El tarot tiene 78 cartas, divididas en dos grupos:
Arcanos mayores (22 cartas) que representan eventos significativos y temas de vida profundos.
Arcanos menores (56 cartas) que se dividen en cuatro palos (copas, oros, espadas y bastos), reflejando situaciones cotidianas y emociones.
3. Enfocarse en la pregunta o intención:
Antes de comenzar la lectura, piensa en la pregunta o situación que deseas explorar. Mantén una mentalidad abierta y clara sobre lo que buscas.
4. Barajar las cartas:
Mientras barajas, concéntrate en la pregunta o situación, o permite que las cartas se mezclen por su cuenta, siguiendo la intuición.
5. Distribución de las cartas (tirada):
Existen diferentes tipos de tiradas o disposiciones de cartas. La más común es la tirada de tres cartas, que representa el pasado, presente y futuro. Otras tiradas más complejas pueden involucrar más cartas y posiciones específicas (por ejemplo, la tirada de la cruz celta).
6. Interpretación de las cartas:
Las cartas se interpretan según su significado simbólico y su posición en la tirada. La intuición juega un papel importante en la interpretación, ya que cada carta puede tener diferentes matices dependiendo del contexto.
Presta atención tanto a las cartas individuales como a las combinaciones de cartas, ya que los vínculos entre ellas pueden proporcionar más detalles y profundidad.
7. Reflexión y cierre:
Después de la lectura, reflexiona sobre las respuestas obtenidas. Recuerda que el tarot no da certezas absolutas, sino que ofrece perspectivas, orientación y reflexión.
Agradece al tarot y al espacio que has creado para la lectura.
El tarot es una herramienta para explorar la intuición, la energía y las emociones, ayudando a obtener claridad y orientación en momentos de duda.